No nos engañemos: todos queremos vernos reflejados en ese compañero de la oficina que parece que sabe de todo y que se planta en el despacho del jefe sin que le tiemble el pulso para proponer, fardar o pedir cualquier cosa que se le pase ese día por la cabeza.
Sí, ya: no le cae bien a la gente, y da mucha pereza cuando se planta con su café mientras charlabas con tu colega del último cotilleo y os corta el rollo. Pero ¿no te da un poquito de envidia, aunque sea? Muchas veces los compañeros con más determinación son también los más pelotas, pero no generalicemos: se puede tener toda la confianza del mundo sin tener que ser el más odiado de la oficina. Y las Power Skills son el secreto.
Nadie quiere ser como Dwight, pero no tienes por qué serlo
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Y es que, ¿Qué te impide tener la confianza que tiene él? En muchos casos,
el famoso Síndrome del Impostor. Ese susurro constante en tu oído que te dice que no eres lo suficientemente bueno, que no mereces tus logros y que tarde o temprano te descubrirán como un fraude. El Síndrome del Impostor es un
enemigo silencioso que puede sabotear tu éxito y hacerte dudar de tus capacidades.
En definitiva, el constante ‘no puedo’ que te tamborilea continuamente en la cabeza, y que hace que te dirijas a ti mismo peor que lo harías con tu peor enemigo.
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Aquí van algunas señales que deberían ponerte alerta:
- Te sientes como un fraude: Constantemente dudas de tus habilidades y logros.
- Atribuyes tus éxitos a la suerte o al azar: No crees que tus propios méritos sean la razón de tus éxitos. Te aterroriza el fracaso: Evitas correr riesgos o asumir nuevos desafíos por miedo a no estar a la altura.
- Te comparas constantemente con los demás: Te sientes inferior a las demás personas y crees que no eres tan bueno como ellas.
- Eres perfeccionista: Te exiges demasiado a ti mismo y te frustras cuando no alcanzas tus metas.
- Eres autocrítico: Te castigas por tus errores y te enfocas en tus puntos débiles.
¿Te suenan uno o varios puntos? Amigo/a, sentimos decirte que cuentas con ese diablillo en la mente que no se cansa de susurrarte. Pero ¡eh! No te agobies. Hay una solución para acabar con este drama:
las Power Skills.
¿Impostor? Yo me llamo Tipo de Incógnito
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Las Power Skills son esas habilidades que te hacen diferenciarte del resto y te ayudan a llegar donde las habilidades técnicas no son suficientes. La comunicación eficaz y persuasiva, el trabajo en equipo, la creatividad, el pensamiento lateral…son solo algunas skills que hacen que profesionales de cualquier sector consigan
destacar su trabajo por encima de cualquier conocimiento técnico.Y, sí, en efecto: serán las que te ayudarán a combatir ese síndrome del impostor. Aquí tienes algunos ejemplos:
- Inteligencia Emocional. Esta capacidad permite reconocer y gestionar nuestras propias emociones y las de los demás. Al mejorar la autoconciencia y la autorregulación, podemos identificar y desafiar los pensamientos negativos que alimentan el síndrome del impostor. Además, la empatía y las habilidades sociales fortalecidas mediante la inteligencia emocional nos ayudan a construir relaciones de apoyo y a recibir feedback constructivo de manera más positiva, lo cual es crucial para mantener una perspectiva equilibrada de nuestros logros y capacidades.
- Autoconfianza. Esta no surge de la nada, sino que se construye mediante la autoafirmación y el reconocimiento de nuestros propios logros y habilidades. Practicar el auto-reconocimiento y la autoafirmación, así como establecer metas realistas y celebrarlas al alcanzarlas, ayuda a fortalecer esta confianza. También es útil rodearse de personas que nos brindan apoyo y validación, lo cual refuerza nuestra autoestima y nos permite combatir la sensación de ser un impostor. La confianza en uno mismo nos permite enfrentarnos a nuevos desafíos con una actitud positiva y resiliente.
- Resiliencia. Consiste en la capacidad de recuperarse de los fracasos y adaptarse a situaciones adversas. Cultivar esta habilidad nos ayuda a ver los errores y contratiempos como oportunidades de aprendizaje en lugar de pruebas de nuestra supuesta incompetencia. La resiliencia nos permite mantener una perspectiva a largo plazo, entendiendo que el crecimiento personal y profesional es un proceso continuo y no una serie de éxitos perfectos. Al desarrollar la resiliencia, nos volvemos más capaces de manejar el estrés y la presión, lo cual reduce significativamente el impacto del síndrome del impostor en nuestra vida diaria.
Utiliza a tu mentor interno como una
fuente de inspiración y orientación en tu vida diaria
. Cuando te enfrentes a desafíos, pregúntate qué haría tu mentor interno en esa situación y actúa en consecuencia.
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